Vivero Reservarte es un proyecto familiar que crece desde hace 35 años. Empezó con Gustavo, paisajista de alma, que fundó su primer vivero en los 90 y desde entonces trabajó en la forestación de barrios, plazas y espacios verdes que hoy son parte del paisaje de la Zona Norte.
Con el tiempo, ese camino se fue abriendo a nosotras. Hoy estamos al frente Carmela y Delfina, hijas y compañeras de este oficio que aprendimos entre plantas, tierra y decisiones compartidas. Trabajamos en el día a día del vivero, pero también en el diseño y construcción de espacios verdes, junto a él.
Nuestras abuelas también son parte del día a día: una con sus manos siempre atentas al cuidado de las plantas, la otra armando ramos que llenan de vida cada rincón. Nuestra mamá está cerca, ayudando en lo que haga falta, y los animales, como siempre, corren libres entre todo lo que crece.
Reservarte no es solo un vivero. Es un modo de vivir y compartir lo que somos.
Es respetar a la planta como ser vivo, asesorar con honestidad, proponer con estética, trabajar con manos reales. Y es también invitarte a que vengas, elijas con tiempo, preguntes lo que quieras, te sientas en casa.
Porque si hay algo que entendimos, es que cuando se planta con amor, florece todo.
